viernes, 20 de junio de 2008

(I)rrealidad


¡Qué difícil resulta bailar con un cadáver!

Sonreir, dar vueltas, gozar... dejarnos llevar por la fuerza centrífuga.

Un peso muerto que, antes o después, se desmoronará a nuestros pies al más puro estilo Tim Burton.

El absurdo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No es tan difícil bailar con un cadaver, todos lo hacemos en algún momento puesto que empezamos a morir en cuanto nacemos.

Todo tiene fecha de caducidad, es la maldición de la entropía...

Myriam M dijo...

Yo bailé con un cadaver en el último año de nuestra larga relación, fue duro ver como se iba corrompiendo por dentro, incluso usé la metáfora de casa pirámide, como la tumba del amor que fuera tiempo atrás...

Hay algo que creo cierto, este tipo de cadaver no resucita, mejor decir bye bye y buscarse un ser vivo, y a ser posible que baile funk!

besos, Lilith

Miss Morpheus dijo...

A veces confundimos tenacidad con ceguera. Miramos sin querer ver. Tratamos de convencernos y sonreímos hasta cuando las lágrimas desencajan nuestro rostro. Dejamos de ser nosotros. No nos reconocemos.

Mejor ser positivos y optar por el funk. O como bien dice Phantomas, bailar con nuestro cadáver que es el único que nos acompaña siempre.